En la actualidad, más hombres al igual que las mujeres retrasan o renuevan la paternidad a una edad más avanzada, muchos han tenido que acudir a clínicas de fertilidad en busca de técnicas de reproducción asistida.
La fertilidad en el hombre es más prolongada que en la mujer, por la capacidad de generar nuevos espermatozoides continuamente. Estudios recientes han determinado que la calidad de semen va disminuyendo a partir de los 60 años, teniendo un buen número de espermatozoides, pero con baja capacidad fecundante.
Se ha establecido que a medida que pasan los años, el hombre tiene una mala regulación hormonal que también podría afectar a la producción de espermatozoides, siendo una alteración a largo plazo irreversible, incluso habría mayor probabilidad de alteraciones cromosómicas que implicarían la calidad en su descendencia.
Una de las principales causas de abortos o esterilidad es la edad de los progenitores, con cambios significativos en mujeres a partir de los 35 años y en hombres a partir de los 60 años.
